Había una vez una joven escritora que soñaba con vivir de sus libros siguiendo su pasión. Sin embargo, a menudo se encontraba luchando contra la falta de motivación y la procrastinación. Había días en los que se sentía inspirada y motivada para escribir, pero había otros en los que no podía ni siquiera abrir su ordenador portátil.
Un día, esta chica decidió asistir a una conferencia de escritores para obtener inspiración y consejos sobre cómo superar su bloqueo creativo. Durante la conferencia, un famoso escritor dio una charla sobre la importancia de la disciplina en la escritura. El escritor dijo: «La motivación puede llevarte a empezar algo, pero es la disciplina la que te mantiene haciéndolo incluso cuando no tienes ganas».
Ella se dio cuenta de que había estado esperando sentirse motivada para escribir en lugar de disciplinarse para escribir todos los días, incluso cuando no se sentía inspirada. Decidió establecer una rutina diaria de escritura, donde escribiría al menos una hora al día sin importar cómo se sintiera.
Al principio, le resultó difícil disciplinarse para escribir, pero con el tiempo se dio cuenta de que cuanto más escribía, más se motivaba para seguir adelante. La inspiración la encontraba trabajando, y la disciplina había llevado a esta escritora a donde la motivación no había podido llegar antes.
Con el tiempo, ella terminó su primera novela y se sintió increíblemente orgullosa de su logro. Se dio cuenta de que su falta de motivación no había sido un obstáculo insuperable, sino simplemente una oportunidad para desarrollar su disciplina y perseverancia.
Este cuento nos enseña que a menudo esperamos sentirnos motivados antes de tomar medidas para alcanzar nuestros objetivos, pero la motivación no siempre está presente. La disciplina es lo que nos permite continuar y perseverar incluso en los momentos en que no nos sentimos inspirados.
La disciplina es una habilidad que se puede desarrollar a través de la práctica y el enfoque en nuestros objetivos. Disciplina es tomar acción en lo que sabemos que tenemos que hacer, incluso cuando nos sentimos tan mal como para si quiera ser capaces de pensar en hacer algo.
Si establecemos rutinas y nos disciplinamos para seguir adelante, incluso cuando no tenemos ganas, podemos lograr cosas increíbles y llegar a donde la motivación no alcanza. Con disciplina podemos tomar acción, y esa acción paso a paso nos lleva desde donde estamos hasta donde queremos estar.
Este cuento nos recuerda que la disciplina es una herramienta poderosa para superar obstáculos y alcanzar nuestras metas, y que no debemos esperar a sentirnos motivados para empezar a trabajar en ellas. La disciplina puede llevarnos más lejos de lo que nunca habríamos imaginado, y es una habilidad valiosa que podemos aplicar en todos los aspectos de nuestras vidas.
———————————————-
Música:
Illumination by MaxKoMusic | https://maxkomusic.com/
Music promoted by https://www.chosic.com/free-music/all/
Creative Commons CC BY-SA 3.0
https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0/